¿Cómo cobrar dinero prestado a un amigo o familiar sin terminar siendo el villano?
No pierdas tu dinero ni ganes un enemigo, mejor checa estos tips y aprende cómo cobrar dinero prestado sin remordimientos.
Aunque todos andamos detrás del sueño de ganarnos la lotería —incluso si nunca la hemos jugado—, lo cierto es que la probabilidad de enfrentar problemas económicos es mayor que la de volverse millonario de la noche a la mañana y, en estos momentos de necesidad, la familia y los amigos pueden ser las primeras personas a las que acudimos en busca de ayuda.
Sin embargo, mezclar las relaciones personales con los asuntos financieros no siempre termina bien. La confianza que existe al momento de pedir prestado también puede hacer creer a tu amigo o familiar que le perdonarás la deuda para siempre, por lo que cobrar ese dinero, puede dar lugar a una situaciónes tensas e incómodas. Entonces, ¿cómo cobrar dinero prestado sin perder la relación de amistad? ¡Toma nota!
¡Pena robar, no pedir tu dinero de vuelta!
Si existe suficiente confianza como para que te pidan prestado, solicitar que te paguen no debería darte pena. Al final de cuentas, se trata de un dinero que ganaste con esfuerzo y que también necesitas. La otra persona debe entender que pedir dinero prestado es un compromiso y que, al no devolverlo en el tiempo en el que se acordó, esta poniéndote en dificultades y faltando a la confianza que hubo entre ambos.
Si la cantidad de dinero que prestaste es baja, incluso es posible que a la otra persona se le haya olvidado o que no lo considere parte de sus prioridades. No obstante, por poco que sea, no debería renunciar a tu dinero. No tengas pena de verte mal cobrando una cantidad insignificante, recuerda que aunque se trate de 5 pesos, esa cantidad, en algún momento, le hizo falta a la otra persona y tú la pusiste a su alcance.
En el pedir está el dar: sé flexible
Así como existen personas a las que les da pena cobrar el dinero que les deben, hay quienes actúan como verdugos. No te vayas a ninguno de esos extremos, recuerda siempre ser amable y respetuoso con la otra persona para evitar que la relación se fracture.
Una buena idea para abordar el problema es empezar por mostrar que tú también tienes cuentas que pagar y hablar de cómo te hace sentir que se haya incumplido con el pago prometido. La idea no es caer en la victimización, pero quizá sí despertar un sentimiento de empatía en la otra persona. Por ejemplo, puedes decir:
“Me alegra haber podido ayudarte porque para eso está la familia/los amigos y no quisiera tener que cobrarte sabiendo que enfrentas una situación difícil, pero me vino un gasto inesperado y me gustaría saber si también cuento contigo”
Si la persona tiene verdaderas dificultades económicas, intenta elaborar un plan de pagos de mutuo acuerdo. Aclara que no tiene que pagarte todo junto y puede ir abonando poco a poco. Esto puede facilitarle el cumplimiento de su obligación y asegurarte que recuperarás tu dinero poco a poco.
Sé directo
Un error común que se comete al cobrar dinero prestado es dar la oportunidad de que el otro se salga por las ramas, aprovechándose de nuestra timidez para cobrar directamente. Por ello, lo mejor es hacerlo de forma directa y estableciendo con claridad las fechas límite de pago y las cantidades que deseas que se te abonen.
No hagas preguntas como “¿Crees que podrías pagarme pronto?”. En su lugar, di algo como “Oye, necesito de vuelta el dinero que te preste, ¿puedes abonarme la mitad este próximo viernes?” Así, la persona entenderá la urgencia y tendrá menos opciones para evitar pagarte. En caso de que te responda que no es posible que te devuelva el dinero en esa fecha, alarga el límite solo un par de días diciendo: “En ese caso, puedo esperarte hasta el día tal” y puedes añadir un “Sé que te esforzarás por conseguir el dinero y te lo agradezco de antemano”
Por nada del mundo te dejes llevar por el enojo
Cuando se trata de cómo cobrar dinero prestado a una persona que se niega a entender por las buenas, puede ser que actuar de forma agresiva parezca la solución. No obstante, si comienzas a tratar mal a la otra persona o a lanzar amenazas, lo más probable es que use esto como excusa para bloquearte de redes sociales y no volverte a contestar el teléfono. Entonces sí podrás dar tu dinero por perdido.
Ser paciente es quizá lo más difícil en estos casos, pero saber cómo mantenerte sereno será siempre un punto a tu favor. Si te encuentras entre discutir con tu amigo o perder tu dinero, es momento de elegir qué es lo más importante para ti, si mantener esa amistad o recuperar el dinero que prestaste.
Aprovecha el contexto
A nadie le gusta que le echen indirectas, por eso, debes usar esta arma como última opción, Si después de haber intentado cobrar ese dinero prestado de forma directa y amable, la persona sigue sin tener la intención de pagar, entonces puedes aprovechar el contexto para hacer bromas o comentarios disimulados en los que recuerdas que la deuda existe.
Para esto, tendrás que tener en cuenta el tipo de relación que existe entre ustedes antes de determinar si una broma será bien recibida o es mejor disimular. Si hay confianza, puedes hacer una broma como “nada más no me vayas a bloquear para ya no pagarme, eh”.
Por otro lado, un ejemplo más disimulado sería aprovechar cuando se hable de un tema relacionado. Si se trata de ese amigo que se la pasa quejándose de su dificultad para encontrar un trabajo o para hacer rendir el dinero, ayúdale a encontrar alternativas de cómo ganar dinero o formar un emprendimiento y añade “Con eso podrías pagarme lo que me debes y hasta te sobraría para unos Cheetos”.
Si presto dinero sin firmar nada, pero no me pagan, ¿puedo demandar?
Gracias a la tecnología y los medios de comunicación con los que contamos hoy en día, es posible demandar a una persona por no pagar un dinero prestado, incluso aunque no se haya firmado un pagaré o ninguna clase de documento. Sin embargo, primero será necesario que la parte demandante demuestre que esa deuda existe.
Si tienes mensajes de Telegram o WhatsApp, correos o testigos que avalen tu versión sobre cómo has intentado cobrar ese dinero prestado, estos pueden ser utilizados para emprender un juicio.
Aun así, al no existir un documento firmado, el proceso legal se vuelve complejo y podría tomar mucho tiempo y recursos, por lo que resulta más sencillo intentar llegar a un acuerdo extraoficial. Si desconfías de la persona a quien le prestarás el dinero, lo mejor es pedir desde el inicio que te firme un pagaré.
Consejos antes de prestar dinero a tu pariente o amigo
Para que la próxima vez no tengas que discutir con gente morosa, toma en cuenta los consejos que en Sabes Aprender te dejamos:
Presta solo cantidades que estés dispuesto a perder
Una de las formas de evitar pasar por momentos incómodos cuando se trata de cobrar dinero prestado, es darlo por perdido desde el inicio. Si conoces realmente a la persona y sabes que su situación es suficientemente complicada como para reponer tu dinero pronto, préstale solo una cantidad que estés dispuesto a perder.
Con esta pequeña acción lo habrás sacado de un apuro y habrás sumado puntos positivos a tu karma. Eso sí, evita quejarte o echárselo en cara, ya que hacerlo difícilmente traerá tu dinero de vuelta y solo empeorará la situación.
Aprende a decir que no
Por otro lado, si no estás en condiciones de renunciar a ningún monto de dinero, lo mejor es que aprendas a decir que no. Si alguien que ya te debe o tiene fama de no pagar, te pide más, puedes decirle: “No me gustaría sumar más a tus deudas, te presto en cuanto termines de pagarme lo que ya me debes”.
Si solo no quieres prestar, aunque sea la primera vez que te piden, puedes inventar excusas como que también estás pasando por una situación difícil y pensabas pedir un préstamo o tienes deudas pendientes en la tarjeta de crédito.
Brinda otras alternativas
La mejor opción para no tener que pasar dolores de cabeza y pensar en cómo cobrar dinero prestado es siempre decir que no. Sin embargo, eso puede hacer sentir a la otra persona como que no cuenta con tu apoyo. Para evitar que sea así, ofrece tu ayuda de otras formas.
Por ejemplo, puedes decirle “No te puedo prestar dinero, pero ¿hay otra manera en la que pueda ayudarte?” Así, estarás abriendo una puerta para que la otra persona confíe en ti y se sienta escuchado. Además, entre ambos pueden encontrar una solución que los ayude a generar ingresos.
¿Tienes otro consejo para cobrar dinero sin terminar siendo el villano? ¡Compártelo con nosotros en los comentarios!