¿Cómo se hacen los tatuajes y de qué están hechos?
De acuerdo con un estudio sobre la Representación social del tatuaje, al menos una de cada ocho personas en el mundo tienen uno de estos adornos en su piel y la cifra va en aumento.
Pero: ¿cualquier persona puede hacerse un tatuaje?, ¿de qué están hechas las tintas y cómo funciona este proceso? ¡En Sabes Aprender te lo explicamos!
¿Cómo se hacen los tatuajes?
- Se prepara la zona a tatuar
- El tatuador crea una guía del diseño que elegiste
- Se esterilizan los materiales y se prepara la máquina ¡A tatuar!
- Se limpia el tatuaje y ¡listo!
Se prepara la zona a tatuar
Algunos tatuadores utilizan vaselina para hidratar la piel, además de aplicar una solución desinfectante en la zona y afeitarla, ya que aunque parezca que no hay pelo o este es muy delgado, este puede causar inconvenientes.
La limpieza de la zona a tatuar es primordial para evitar que se produzcan infecciones por microorganismos presentes en tu piel durante el proceso. Siempre recuerda que en el proceso de cómo se hacen los tatuajes la higiene del tatuador es una pieza clave.
El tatuador crea una guía del diseño que elegiste
Ya que los tatuajes duran para siempre y es la piel la que funge como lienzo, los errores son imperdonables. Para evitar que el diseño se convierta en algo de lo que te arrepientas por una línea chueca o mal posicionada, o cualquier otro error por parte del tatuador, este requiere de una guía.
Generalmente, el diseño que has elegido es plasmado primero sobre papel de transferencia, también conocido como transfer o papel hectografico. Este puede ser de tipo termográfico o imprimible y funciona como una especie de hoja de calca.
El proceso es similar al de ponerse uno de esos tatuajes que solían venir con los chicles — y que fueron de esos dulces que dejaron de existir—. El tatuador se encargará de calcar el diseño sobre este papel, ya sea mediante una impresora térmica o a mano, en algunos casos, para después realizar el pegado sobre tu brazo.
En algunos casos el tatuador no realiza una guía o diseño previo, sino que comienza a dibujar sobre la piel, técnica conocida como free hand o mano alzada. En estos casos, el tatuador puede apoyarse de un plumón especial para marcar algunos trazos guías sobre la parte del cuerpo a tatuar. Eso sí, te recomendamos que no te hagas un tatuaje a mano alzada sin comprobar la experiencia de tu tatuador en este estilo.
Durante este paso es muy probable que tu tatuador te pregunte si te gusta el tamaño y posición de tu tatuaje. Siéntete libre de verlo desde diferentes ángulos y posiciones para garantizar que seas feliz con el resultado.
Se esterilizan los materiales y se prepara la máquina ¡A tatuar!
Desde la antigüedad, el hombre ya tenía la costumbre de tatuarse la piel. Claro que tanto el proceso como se hacen los tatuajes como el material del que están hechas las tintas ha cambiado mucho desde entonces. Antes, estos se realizaban con todo tipo de materiales extraños que incluían peines hechos con huesos o escamas de animales.
En la actualidad —gracias Samuel O’Reilly—, para tatuar se utiliza una máquina compuesta por agujas con un sistema de tubo que perforan la capa exterior de la piel (epidermis), introduciéndose a aproximadamente 1.5 milímetros de profundidad. Una vez perforada la piel, estas agujas depositan tinta sobre la segunda capa (la dermis).
Dicha máquina perfora la piel entre 50 y 100 veces por segundo, moviéndose de arriba a abajo, de forma similar a las máquinas de coser. Al igual que estas últimas, las máquinas para tatuar funcionan con un pedal que las suministra de energía.
Dependiendo del grosor y estilo de la línea del tatuaje que se esté diseñando, el número de agujas que tendrá la máquina aumenta o disminuye, al igual que su forma será distinta. Algunas de las partes que componen la máquina son desechables, mientras que otras deben ser esterilizadas adecuadamente antes de cada uso.
Después de haber pegado la guía del tatuaje, hecha con el papel transfer, sobre la piel, el tatuador solo tendrá que comenzar a remarcar las líneas por medio de la máquina de tatuar.
Se limpia el tatuaje y ¡listo!
Una vez terminados, los tatuajes pasan por un proceso de “sangrado” en el que la tinta sobrante saldrá por los poros de tu piel que fueron abiertos, junto con un poco de sangre y plasma. Esto es normal y no significa que el tatuaje haya salido mal, únicamente será necesario limpiarlo.
Para evitar que la herida se exponga a las bacterias del ambiente y que el tatuaje se dañe, la parte de tu cuerpo en la que se encuentra el tatuaje será cubierta con un film adhesivo o transparente.
¿De qué están hechas las tintas de los tatuajes?
El material del que están hechas las tintas de los tatuajes permite que estas perduren, pues no pueden ser diluidas por la piel. Aunque mucho se especula sobre la toxicidad de las tintas de tatuaje, la realidad es que a través de los años se ha buscado crear materiales que no impliquen ningún riesgo para la salud.
En el caso de México, las tintas de tatuajes se encuentran reguladas por la Norma Oficial Mexicana NOM -141-SSA1/SCFI-2012, siendo consideradas un producto de uso cosmético.
Las tintas para #tatuar deben tener en su etiqueta: número de lote, fecha de caducidad, leyendas en español o la traducción de la información original. @sanchezytepoz pic.twitter.com/ICKnfFKm8H
— COFEPRIS (@COFEPRIS) December 5, 2017
Aún así, saber de qué están hechas las tintas de los tatuajes es un aspecto de vital importancia antes de tatuarte, puesto que podrías experimentar una reacción alérgica o ser de esas personas quienes no pueden hacerse tatuajes.
Dependiendo del color, las tintas se componen de distintos materiales que incluyen un colorante o pigmento y una sustancia que funge como portador. El carbono es un material que suele estar presente en todas las tintas, así como otros pigmentos derivados de metales que se acompañan de portadores como alcohol, agua destilada o glicerina.
Los materiales de los que están hechas las tintas de los tatuajes según su color son:
- Negro: principalmente compuesta de óxido de hierro y carbono, material cuyo riesgo de alergia es muy bajo.
- Rojo: contiene cinabrio, un material que se hace a base de mercurio, por lo que suele ser la que más reacciones alérgicas puede ocasionar. Una opción para quienes experimentan alergia al sulfuro de mercurio es la tinta carmín, elaborada con ingredientes naturales.
- Azul: su base se encuentra en las sales de cobalto.
- Verde: se realiza con cromo.
- Blanco: se obtiene del óxido de zinc o titanio.
- Violeta: contiene magnesio.
En el caso de las tintas especiales, como la tinta vegana, estas siguen incluyendo algunos metales, pero sus compuestos cambian para evitar incluir materiales de origen animal, o bien, para conseguir el resultado que prometen.
¿Quienes no pueden hacerse tatuajes?
Ya que los tatuajes causan una herida en tu piel y dependen de la correcta cicatrización para dar el resultado deseado, las personas que no pueden tatuarse son aquellas que tengan o hayan tenido problemas relacionados con la coagulación de la sangre o infecciones por hongos o bacterias.
Tampoco se recomienda realizar tatuajes en personas embarazadas, con diabetes o con algún tipo de dermatosis. Además de, claro está, aquellas personas que sean alérgicas al material del que están hechas las tintas de los tatuajes.
En algunos casos, las personas con cicatrices tampoco podrán hacerse tatuajes sobre estas, dependiendo de aspectos como el tipo de cicatriz, que tan reciente es, así como la experiencia del tatuador.
¿Duele hacerse un tatuaje?
Ahora que sabes cómo se hacen los tatuajes la respuesta a esta pregunta resulta más que obvia: sí. Hacerte un tatuaje definitivamente te va a doler, puesto que el proceso implica la inyección de tinta en tu piel y muchos piquetes por minuto.
Eso sí, el nivel de dolor que experimentes dependerá tanto de tu umbral de dolor como de la zona que hayas elegido para tatuarte. Para algunos el dolor puede resultar tolerable, mientras que otras personas podrían definirlo como insoportable.
Las zonas que suelen ser más dolorosas incluyen la columna vertebral, la zona lumbar, los dedos de las manos, las muñecas y la parte interna del brazo o los pies, ya que estas zonas poseen mayor sensibilidad.
Considera también que algunos estilos de tatuaje resultan más dolorosos que otros. Por ejemplo, un tatuaje con sombreados y zonas rellenas de color será más doloroso que uno hecho solo con líneas.
Saber cómo se hacen los tatuajes y de qué están hechos seguro te ha ayudado para tomar la decisión definitiva sobre si quieres uno de estos adornos o no. Pero si quieres seguir leyendo sobre el tema, te recomendamos leer cómo elegir el tatuaje que va contigo. ¡Compartenos tus comentarios!