Cómo empezar a hacer ejercicio: 5 mitos y verdades sobre el ejercicio para principiantes
Si lo más cerca que has estado de hacer ejercicio fue esa abdominal involuntaria que hiciste al levantarte de la cama, pero ahora sí tienes toda la intención de adoptar una rutina que te acerque a tener tu figura soñada o simplemente mejore tu capacidad física y tu salud, tenemos para ti algunos consejos sobre cómo empezar a hacer ejercicio sin morir en el intento.
Seguramente has escuchado decir que si no duele no sirve, pero ¿qué tan cierta es esta afirmación?, ¿significa que tendré que resignarme a sufrir para verme bien? A continuación, hablaremos de algunos de los mitos y verdades sobre el ejercicio más comunes de los que tú como principiante debes estar consciente.
5 mitos sobre el ejercicio físico:
- Si no duele, no sirve
- Mientras más sudes, mejor
- Ejercitarse por la mañana produce mejores resultados
- Quemarás solo la grasa de la zona que ejercites.
- Cualquier ejercicio que realices te dará buenos resultados
1. Si no duele, no sirve.
Los primeros ejercicios que realices sin duda causarán estragos en tu cuerpo y, lo más probable es que experimentarás un cansancio mayor y malestar muscular. Esto se debe a que tu cuerpo pasará por una fase de adaptación a la rutina, pues estará viéndose expuesto a una actividad física adicional a la que siempre realizas.
Pero eso no significa que tengas que exigirte demasiado y obligarte a hacer un ejercicio que te duela y te deje sin poder levantarte al día siguiente. Ten siempre claro que es más importante la constancia con la que realices el ejercicio que la cantidad y exigencia del ejercicio que realizas. Si bien es importante ir aumentando la intensidad del ejercicio que se realiza, cuando el objetivo es aumentar tu resistencia y masa muscular, siempre se debe tener cuidado de no sobrepasar tus capacidades.
Además, existen algunos remedios para evitar que te duela el cuerpo al hacer ejercicio y hacer más soportable el lapso de adaptación.
2. Mientras más sudes mejor.
Si bien el sudor contiene toxinas que el cuerpo necesita eliminar, es también nuestro método de refrigeración natural. Es decir, sirve para mantener el cuerpo fresco ante el aumento de temperatura durante la actividad física.
Algunas personas creen que si realizan ejercicio con chalecos o fajas térmicas, lograrán bajar de peso rápidamente. Sin embargo, sudar más no es sinónimo de estar quemando más calorías, ya que lo que realmente se pierde es líquido. Además, la cantidad que cada persona suda varía de acuerdo con sus características propias.
Cuando la razón por la que te interesa empezar a hacer ejercicio es bajar de peso, lo mejor es acompañar tu rutina con una dieta saludable.
3. Ejercitarse por la mañana produce mejores resultados.
Muchas opiniones afirman que las primeras horas de la mañana son las mejores para empezar a hacer ejercicio porque tu cuerpo se despierta con energía, la luz del día activa naturalmente tu ritmo circadiano y es más viable hacerlo al aire libre. Mientras que por la tarde, puede que ya te encuentres cansado de tus otras labores y esto disminuya tu capacidad.
Pero lo cierto es que cuando se está planeando cómo empezar a hacer ejercicio, lo verdaderamente importante no es la hora. Basta con que elijas un horario que se adapte a tu estilo de vida y te facilite la constancia. Si sueles tener más tiempo libre durante la tarde, es mejor que ocupes ese espacio que no interfiere con tus demás actividades diarias.
Sabemos que levantarse temprano puede no ser la opción más atractiva para todas las personas, incluso puede convertirse en uno de los factores que te desanime para continuar ejercitándote. Así que elige un horario en el que te sientas cómodo y motivado.
4. Quemarás la grasa de la zona que ejercites
Al hablar de mitos y verdades sobre el ejercicio, algo que conviene saber es que al ejercitar una zona en particular, se logra fortalecer y tonificar los músculos que se encuentran en dicha parte del cuerpo. No obstante, esto no es sinónimo de perder toda la grasa que acumules en la zona.
En ocasiones, incluso te sorprenderá observar que primero desaparece la grasa de zonas que no esperabas y no de aquellas partes en las que es más visible. Esto se debe a que el ejercicio contribuye a quemar la grasa del cuerpo de forma general, pero solo si se acompaña de una ingesta con un déficit calórico que contribuya a lograr tu objetivo.
Así mismo, debes comprender que la grasa y los músculos son dos tipos de tejido diferentes, por lo tanto, la grasa no se puede convertir en músculo ni viceversa.
5. Cualquier ejercicio que realices te dará buenos resultados
Cuando se trata de cómo empezar a hacer ejercicio, la rutina que adoptes es uno de los factores más importantes para obtener buenos resultados. No todas las personas requieren llevar a cabo la misma rutina.
En este sentido, son muchos los mitos y verdades sobre el ejercicio que se ven involucrados. Por ejemplo, que las mujeres no deben hacer pesas, si no desean terminar con un cuerpo voluminoso y poco femenino; o que las personas mayores ya no necesitan hacer ejercicios más allá de caminar.
La única verdad al respecto es que la rutina que deberás adoptar estará relacionada directamente con tu objetivo y que resulta más conveniente mezclar varios tipos de ejercicios.
Entre los tipos de ejercicios que tu cuerpo necesita están:
- Cardio: es el tipo de ejercicio del cual seguramente más has escuchado hablar. Se le llama así a cualquier tipo de actividad física que aumente tu ritmo cardíaco, de ahí el nombre. Puede ser moderado o intenso e incluye actividades como caminata, ciclismo, natación o incluso bailar.
- Entrenamiento de fuerza: son actividades que permiten generar fuerza muscular y mejoran tu resistencia.
- Ejercicio de flexibilidad: estos ejercicios mejoran tu capacidad de movimiento, contribuyen a tener un mejor rendimiento físico y sirven para reducir el riesgo de sufrir lesiones.
- Entrenamiento de alta intensidad: son ejercicios que buscan mantener el ritmo cardiaco elevado.
Cabe recalcar que los resultados nunca se consiguen de la noche a la mañana. Expertos aseguran que se necesitan dos semanas de ejercicio para que comiences a sentir los resultados, pero hasta 4 semanas para que estos sean visibles.
Así que no desesperes, una vez que sabes cómo empezar a hacer ejercicio y estás decidido: ¡sé constante!